Zonas salvajes

Praderas

Al otro lado del Hudson se extiende una inmensa zona de pradera plagada de verde y amarillo. Tras la Gran explosión fue un páramo desierto que tras seis años ha sido recuperado por la madre naturaleza, siendo habitado apenas por unos pocos granjeros que han construido allí algunos molinos, granjas y campos de trigo y cultivo para abastecer a la ciudad de materias primas.

Playas y muelles

Antes repletos de edificios de lujo y hoteles ahora el gran terreno de playa del océano atlántico ha quedado casi deshabitado, dejando apenas un par de muelles destinados a los barcos de pesca y a algún que otro yate privado, aunque éstos son los más escasos.

Bosque

Anteriormente casi inexistente, tras el desastre del 2012 las zonas verdes de Estados Unidos han ido recuperando su esplendor de antaño a una velocidad nunca antes vista. Ahora esta inmensa masa forestal se extiende desde las praderas hasta casi el centro del continente, uniéndose a las montañas y bordeando toda Ashtar por el oeste.
Casa abandonada

Montañas nubladas

Llamadas así por la densa bruma que suele cubrir sus cumbres, las montañas se extienden desde el bosque formando un peligroso e intrincado laberinto natural lleno de cañones, acantilados y otros peligros como animales salvajes y la presencia de algunos reducidos grupos de licántropos que se esconden en sus cuevas y forestas.

Laguna azul

Esta preciosa masa de agua se encuentra escondida en uno de los valles más inaccesibles de las Montañas nubladas, pero la travesía y el esfuerzo bien lo vale pues esta laguna es uno de los rincones más hermosos del mundo contemporáneo, un pequeño rincón del paraíso.

Templo abandonado

Antigua catedral de New York este edificio se encuentra casi en completa ruina, habiendo sido retomado por la naturaleza pero manteniendo su estructura imponente al paso de los años. Dentro de lo que cabe el edificio está en buenas condiciones, con techo para guarecer del temporal, salas con apenas un par de animales, hiedras por los muros e incluso un estanque situado donde antes se alzaba el altar, plagando así la sala principal de esta catedral de cinco naves con un hermoso jardín de lirios. Fue la antigua sede de una de las órdenes de cazavampiros, por lo que las habitaciones de los monjes y los subterráneos están abandonados pero en perfectas condiciones y no es extraño que algunos licántropos o incluso fugitivos de Asthar lo usen de refugio.